lunes, 20 de mayo de 2019

Convirtiéndonos en Pinceladas


Cientos de visitantes participaron de una visita guiada sobre arte y diseño en el Jardín Japonés en una jornada de participación abierta al público.
Foto: El banner del evento, cortesía Jardín Japonés.

         El viernes a la mañana era difícil caminar por el Jardín Japonés por la gran cantidad de gente que se reunió para la jornada de arte y diseño, los curiosos visitantes buscaban aprender algo más sobre la cultura japonesa que combina estilos distintos con esfuerzo y trabajo duro.
Foto: El público desde temprano hacía larga fila para disfrutar de una mañana impregnada de arte japonés.

         Lady Herstein esperaba en la entrada a los visitantes con los brazos abiertos. Con una sonrisa en el rostro hizo pasar primero a los más chicos y les repartió acuarelas para enseñarles un poco de dibujo. Les dijo que dibujen lo que quieran dejando fluir su imaginación.
Foto: Las primeras prácticas de dibujo de los niños y niñas que se animaron a participar y aprender.

         Los adultos siguieron al experimentado guía Rokuro que repartió a todos un juego de instrumentos básicos como el Fudemaki, el Washi, el Bunchin y el Fude, en agradecimiento por la visita a los desorientados que no sabían bien cómo usar estos elementos de dibujo tradicionales.
Foto: La disposición de la galería.

         Rokuro avanzó por la galería como si fuera su casa, con naturalidad explicó las pinturas como si fueran propias. La primera obra fue Rumbo, del artista Diego Puga. El guía explicó que el cuadro se dibujó sobre washi, y señaló en el lienzo un elefante que conducía la manada para ponerse a salvo. Los espectadores se vieron en la sabana africana como si los elefantes estuvieran a unos metros. Lady Herstein apareció de repente para devolverlos a la realidad y agregó que la pintura fue realizada con la técnica Sumi e que trabaja un dibujo monocromático en tinta negra. 
Foto: El cuadro Rumbo, realizado por Diego Puga.

         De pronto los visitantes se deslumbraron frente a un cuadro y lo definieron como el mejor de la exposición. Rokuro indicó que el cuadro se llamaba Juegos y fue pintado sobre washi con una técnica Sumi e combinado con Haiga por la autora Susana Da Cruz. Y Lady Herstein agregó que se trataba de una técnica combinada donde lo más importante era el poema o Haiku que incluía el cuadro que fue escrito por Kobayashi Issa y no el dibujo del gato que parecía saltar del cuadro para invitar al público a jugar y acariciarlo.
Foto: El gato de Juegos, realizado por Susana Da Cruz.

         Luego, Rokuro reveló con énfasis el cuadro de unas grullas que fue pintado de un azul cielo que se mimetizaba con el techo blanco de la galería como si las aves sobrevolaran sobre las cabezas de los visitantes. Explicó que el cuadro La noche azul fue pintado sobre washi con la técnica Saibokuga que combina sombreado y desenfoque con pinceladas diluidas en tinta pálida que fue realizado por la artista Susana Petit. Fue entonces cuando Lady Herstein aclaró que el Haiku de este cuadro pertenecía al poeta japonés Kashiwara Hashin y que se trataba de la obra favorita del guía, lo que hizo que todos estallaran de risa.
Foto: Las grullas de La noche azul, realizado por Susana Petit.

         Los visitantes se sintieron intimidados por el tigre oculto en cañas de bambú que los observaba como si fuera a acecharlos. Rokuro dijo que la obra se llamaba Sumatra y fue pintado sobre papel de algodón con la técnica Kohitsuga que combina elementos, estilos y técnicas tradicionales con imágenes muy bien definidas, con un diseño elaborado y pintado con sutiles variaciones de color. Lady Herstein agregó que la autora es la reconocida artista Marcela Wyngaard y Rokuro le devolvió la gentileza al delatarla frente a todos de ser fanática de sus obras, lo que volvió a desatar una nueva ola de carcajadas.
Foto: Sumatra, realizado por Marcela Wyngaard.

         Por la tarde, Rokuro acompañó a los asistentes al piso superior del edificio central del Jardín Japonés donde disfrutaron de una ceremonia de té tradicional. Totalmente absorbidos por la cultura japonesa sintieron como si estuvieran en Tokio en el año 1900. El guía explicó que el animé representa al arte contemporáneo del siglo XXI y rompe con este esquema tradicional del té ceremonial y los viejos samurai. Lady Herstein destacó el creciente interés por aprender sobre diseño que tienen los jóvenes que conforman la comunidad y que buscan comenzar a dibujar Manga japonés que pronto se fusionará con los estilos tradicionales.
Foto: Los instrumentos con los que se realizaría la ceremonia tradicional del té japonés.

         Al caer la tarde sobre el cielo que parecía un colorido lienzo del Jardín Japonés, Rokuro se retiró a dar clases de dibujo a la academia Nichia Gakuin. Lady Herstein quedó sola en el centro del puente principal del jardín observando a la gente que se retiraba. Emocionada por la convocatoria recordó sus años de aprendiz que siguen implícitos en cada una de sus pinceladas.

Fuentes Consultadas: 

Jardín Japones, Convirtiendonos en Pinceladas.

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